sábado, 8 de noviembre de 2008

Metallica - Metallica

Se une un nuevo colaborador a o tocata, un amante del heavy, Vicho, y nos comenta este álbum, icono del heavy metal.

También conocido como el Black Album (1991), por el color característico de su portada, estamos ante el 5º disco de esta banda californiana, el primero bajo la batuta del productor Bob Rock, productor que ya se había hecho un nombre con bandas como Mötley Crüe y Bon Jovi, curiosamente el estilo de bandas del que Metallica siempre había intentado distanciarse, lo cual dejaba entrever que la banda se disponía a dar un cierto giro a su orientación musical.

Los anteriores tres discos eran cada uno más progresivo que el anterior, cada uno tenía canciones más largas que el anterior, lo cual les llevó sin duda a plantearse que otro disco en esta dirección sería demasiado previsible, así que esta vez rompieron con esa tendencia y se sacaron de la manga una docena de canciones más cortas de lo que venían haciendo, plagadas de riffs con gancho, solos electrizantes y estribillos de lo más pegadizos, lo cual hacía de este álbum sin duda el más comercial de su carrera hasta la fecha, pero eso sí, sin perder el carácter netamente heavy que caracterizaba a la banda por aquel entonces.

Se puede decir que la idea con este quinto álbum era conseguir un estilo mucho más básico, que cualquiera pudiese entender a la primera, sin necesidad de tener que ser una mente avanzada en el conocimiento del metal, lo cual les llevaría a alcanzar con este disco segmentos del público a los que jamás habían llegado, llegando a hacerse con el primer puesto en las listas americanas.

El álbum en si no tiene desperdicio, es uno de esos discos de obligada escucha para cualquier amante del hard rock y del heavy metal.

El comienzo ya es espectacular con Enter Sandman, primer single del disco, con una introducción de menos a más que te va atrapando hasta desembocar en el ritmo machacón que la caraceriza, además de contar con uno de los estribillos más logrados que ha sido capaz de crear la banda, cientos de veces coreado en sus conciertos. Le sigue Sad But True, un medio tiempo duro, con un ritmo machaca de esos que incitan a agitar las cabelleras al público, otra de las que no suelen faltar en ninguno de sus directos. El tercer corte es para Holier Than Thou, mucho más rápida que la anterior y en la que dejan entrever bien a las claras su pasado más “thrashero”. Después de semejante frenesí llega la primera balada del disco, The Unforgiven, segundo single de este disco, en la que entremezclan guitarras acústicas con eléctricas, además de contar con un majestuoso e impresionante solo a cargo de Kirk Hammett. A continuación llega el turno a Wherever I May Roam, otra de las que nunca faltan en sus conciertos, en la que James Hetfield se recrea a la voz, consiguiendo sin duda una de las canciones más completas y mejor ejecutadas del disco. El sexto corte es para Don’t Tread On Me, en la que bajan un poco el nivel para mi gusto, siendo en mi opinión la canción menos brillante del disco. Con Through The Never rápidamente se recupera el mejor nivel, con un riff de guitarra inicial cortante e implacable, siendo una de las canciones más rápidas y con un ritmo más trepidante de todo el álbum.

Después de esta tormenta sonora le llegará el turno a la canción más lenta, mas suave y más melódica que Metallica jamás había grabado hasta la fecha: Nothing Else Matters, tercer single del álbum, canción de amor acolchada por los cuarenta instrumentos de cuerda de una orquesta sinfónica, arreglos orquestales escritos por Michael Kamen, el mismo compositor que ocho años después dirigiría la Orquesta Sinfónica de San Francisco para grabar el disco en directo S&M, en el que Metallica interpretaría sus temas clásicos acompañados por dicha orquesta, inspirándose en el Concerto For Group And Orchestra de Deep Purple escrito por Jon Lord. Según cuenta James Hetfield, compuso esta canción en una habitación de un hotel canadiense y, cuando la terminó de componer, la tocó para Lars Ulrich para ver que opinaba, el cual quedó maravillado por la preciosa balada que acababa de crear su compañero de fatigas. Dado el carácter tan personal de esta canción, no sorprende que sea el propio James Hetfield el que ejecute el solo de guitarra, a pesar de que el teórico guitarra solista sea Kirk Hammett, convirtiéndose James de este modo en el protagonista absoluto de la canción, canción que tampoco falta nunca en los conciertos de Metallica, dando lugar a la correspondiente “mecherada”.

Tras este descanso de decibelios vuelve a subir la adrenalina con Of Wolf And Man, canción con otro ritmo machacón de los que abundan en este disco, y con un estribillo también pegadizo. El corte número diez es para The God That Failed, canción que nace a raíz de las inquietudes espirituales de James Hetfield, ya que sus padres le educaron estrictamente según la religión protestante de la Christian Science, convirtiéndole en un quinceañero algo confuso. Se acerca el final del disco, pero todavía hay tiempo para encontrarse con una joya como My Friend Of Misery, canción que a pesar de ser en mi opinión increíblemente brillante, no ha quedado en la historia de Metallica como el clásico que debería ser, y es un tema que nunca se deja ver en los conciertos de la banda, por raro que parezca. Empieza con una pequeña intro de bajo a cargo de Jason Newsted, y se va desarrollando con una desgarradora melancolía, alternando partes más duras con partes más melódicas; un tema completísimo en definitiva, para mi injustamente olvidado y no del todo valorado en su justa medida. La encargada de cerrar el disco es The Struggle Within, un tema trallero donde los halla, donde Metallica nos enseña su vena más thrash.

Estamos ante el disco más superventas de Metallica, que fue seguido de la gira más exitosa de su historia y que ha quedado por méritos propios grabado con letras de oro en la historia del rock y del metal. Se trata de un álbum ideal para iniciarse en el heavy metal dado el carácter pegadizo de todas sus canciones: precisamente por ello, por ser el primer disco de metal que escuché, ha sido el elegido para escribir mi primera crítica discográfica, así que si eres un amante de la música que todavía no se ha adentrado en los sonidos duros, este puede ser el álbum que te habra las puertas del infierno de par en par: ¡Bienvenido!

James Hetfield – Voz y guitarra rítmica
Kirk Hammett – Guitarra solista
Jason Newsted – Bajo
Lars Ulrich – Batería

Wherever I May Roam



Nothing Else Matters




Autor: Vicho

Gracias meu, espero tu siguiente comentario, Vicho.


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